Globalización
La globalización se considera, en palabras del FMI, la interdependencia creciente del conjunto de los países del mundo provocada por el aumento del volumen y la variedad de las transacciones transfronterizas de bienes y servicios, así como de los flujos internacionales de capitales, al tiempo que la difusión generalizada de tecnología. Si desglosamos esta definición tendremos, por un lado, la creciente interdependencia. Hoy en día, una empresa no puede actuar de forma aislada sin considerar las repercusiones que sus decisiones tendrán sobre sus competidores no sólo de su propio país sino también del resto de los países del mundo. Los países se han ido dando cuenta de la importancia de incrementar sus relaciones y de agruparse de forma que adquieran mayor peso en las decisiones en instituciones supranacionales. Como ejemplos, cualquier proceso de integración económica: el MERCOSUR, el BENELUX, la Unión Europea... En ellos, los países miembros obtienen ventajas al disminuir las trabas arancelarias, al eliminarse los costes de cubrir el riesgo de los tipos de cambio (además desaparecen los costes de conversión de las monedas), tener acceso a un mercado más amplio (desaparece la segmentación de los mercados y la discriminación de precios), aumentar la competencia obteniendo los consumidores precios más bajos, fomentando una modernización de las empresas... Esto se debe al segundo fragmento de la definición: los flujos internacionales de capitales. Tas la Segunda Guerra Mundial, el comercio y la inversión productiva se expandieron de forma notable. El capital productivo se internacionalizó y se expandió en forma de inversiones directas, realizadas en su mayoría por grandes corporaciones norteamericanas. Los flujos financieros internacionales fueron potenciados por la desaparición de las normativas reguladoras de los movimientos de capitales, la aparición de nuevos instrumentos y agentes financieros y la disponibilidad de nuevos avances tecnológicos. Dichos avances permitieron la realización de negocios en escasos segundos, por lo que las operaciones financieras pasaron a realizarse en cualquier parte del mundo. Tantas facilidades a la inversión hicieron aflorar miles de especuladores que buscaban enriquecerse simplemente mediante la compra-venta de monedas, normalmente en operaciones a muy corto plazo. Por ello, algunos economistas defendieron la idea desarrollada por James Tobin en 1978 de implantar una tasa que gravara las transacciones financieras. Según declaró el propio Tobin en una entrevista publicada en Der Spiegel, la tasa (de un porcentaje bajo del volumen de la transacción) disuadiría a los especuladores, lo cual supondría un beneficio ya que si los capitales aportados por estos se retiran de repente “los países tienen que elevar drásticamente los intereses para que la moneda siga siendo atractiva. Pero los intereses altos son a menudo desastrosos para la economía nacional, como han puesto de manifiesto las crisis de los años noventa de México, el Sudeste asiático y Rusia. Mi tasa devolvería un margen de maniobra a los bancos emisores de los países pequeños y opondría algo al dictado de los mercados financieros” [Ver ANEXO] El último factor decisivo de la globalización es la tecnología, en especial la asociada a la microelectrónica, la informática y las telecomunicaciones, seguidos de otros no menos importantes aunque sí menos relacionados con el tema que nos ocupa como la biotecnología, la genética o la industria farmacéutica. Las denominadas Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC’s) -cabe diferenciar estos dos conceptos: mientras la información la componen todos aquellos datos relevantes a la hora de tomar una decisión, la comunicación, según wikipedia, es “el proceso de emisión y recepción de mensajes” entre individuos, lo que supone que al menos, existen dos personas relacionadas para llevarla a cabo- encuentran su máximo exponente en internet. Internet es una red de redes que interconecta millones de ordenadores que utilizan un mismo protocolo (TCP/IP) a escala mundial. Su expansión por empresas y hogares lo ha posicionado como uno de los más importantes medios de comunicación, ya que su difusión es inmediata y accesible en cualquier parte del mundo. Esto es, una red mundial de transmisión instantánea de ideas, juicios de valor, datos, informes, trabajos..... Gracias a los avances de la telemática, los canales de transmisión de información se han ido perfeccionado permitiendo cada vez un mayor acceso al conocimiento. Se estima que, en el año 2000, 327 millones de personas tenían acceso a Internet, pudiendo intercambiar conocimientos 24 horas al día. Sin embargo, el 82% de estos usuarios se concentran en 15 países, perteneciendo el mayor porcentaje a Estados Unidos. Estamos por tanto ante una inmensa variedad de opciones a nuestro alcance con una mínima inversión: tan sólo un ordenador y una línea telefónica con acceso a internet. Es entonces en este punto donde se abre un nuevo debate: ¿qué pasa con las personas que carecen de estos requisitos? Personas, regiones e incluso países enteros quedan fuera de este abanico de posibilidades. A ello se ha denominado “Brecha digital” y se debe a las diferencias tecnológicas y formativas.
Esto, lejos de favorecer la convergencia entre los países, acrecentaría la diferencia entre países pobres y países ricos (desarrollados y en vías de desarrollo ). Según Peter Marcuse, los avances tecnológicos están relacionados de forma natural con el aumento de la concentración del poder económico. En palabras del profesor colombiano “la computerización, la agilización de las comunicaciones, merced de los avances en la tecnología de la información, la capacidad de ejercer e irradiar el control desde un centro a los cinco continentes, la creciente rapidez y eficacia del transporte (tanto de bienes como de personas), las facilidades de flexibilidad de la producción, y la automatización de las tareas rutinarias son de facto esenciales para el aumento sustancial de la concentración del poder económico del que hoy somos testigos”.
Llegados a este punto, había que mencionar las distintas ventajas o desventajas que de este proceso se desprenden:
- La globalización como se está llevando a cabo en estos momentos fomenta la homogeneización de personas, aproximando culturas, razas, lenguas, etnias, religiones... creando una aldea global, carente de tanta heterogeneidad como la actual. Esto puede verse como un factor negativo si se intenta imponer a colectivos que defiendan su identidad cultural y no quieran formar parte de este proceso. Por otro lado, puede resultar un factor positivo si aumenta la comprensión entre pueblos, disminuyendo los enfrentamientos, las guerras civiles...
- La globalización otorga a las empresas muchísima información sobre la línea de actuación que deben adoptar, tanto dentro como fuera de la empresa: el ambiente a implantar en el lugar de trabajo, el trato que los empleados reciben en otras empresas, las acciones emprendidas por sus competidores, las nuevas posibilidades que ofrece el mercado, el contacto con potenciales proveedores con los que se obtendrían materias primas a un menor coste, sin contar con los negocios que se pueden crear en el marco de internet. Esto beneficia a las empresas más competitivas que ven ampliada su cartera de clientes y perjudica a las menos adaptadas, por lo que podríamos decir que se trata de un sencillo sistema de selección natural (que la manada pierda al búfalo que menos corre perjudica a ese búfalo, pero beneficia al resto que puede aumentar su ritmo). Con tal apertura exterior, desaparecen las empresas que no siendo competitivas subsistían gracias a las compras que obtenían de las industrias cercanas. Por otro lado, al ampliarse el mercado, los productos disponibles son más variados y, al aumentar la competencia, los precios son más bajos. En conclusión, la globalización beneficia a los consumidores y perjudica a las empresas menos competitivas.
- La amplia información disponible y la disparidad en los recursos naturales y laborales de los países han provocado el nacimiento de un proceso denominado deslocalización que consiste en el emplazamiento de una fracción o la totalidad del proceso productivo en países en los que se espera obtener determinadas ventajas. Este proceso se ha llevado a cabo principalmente en Europa y Estados Unidos hacia países asiáticos o de Europa del Este. Los beneficiados, los consumidores al obtener menores precios, las empresas al ver aumentados sus beneficios, los países receptores por la leve creación de empleo; los perjudicados, los trabajadores poco cualificados de esas empresas que son sustituidos por otros en los países de destino. Dejaré en este punto aparcado el tema puesto que por su importancia y magnitud será tratado más ampliamente en un futuro post.
- Los avances logrados en el área de telecomunicaciones han permitido una mayor explotación (en su acepción positiva) de las capacidades del hombre, lo que ha propulsado que los requisitos exigidos por las empresas a la hora de la contratación sean cada vez mayores. Esto perjudica a los trabajadores con niveles bajos de formación, así como al segmento de la población que no nació en la era de la información y que por ello se muestran más reacios, escépticos o torpes a la hora de adaptarse a las nuevas tecnologías (en este caso la brecha digital tiene un marcado carácter generacional). Beneficia a las empresas que con un mejor capital humano adoptará un mayor nivel de exigibilidad, y beneficia también a la totalidad del país, ya que desde mi punto de vista, a mayor formación, inteligencia, cultura... de una población, mayor será su desarrollo y con ello su renta per cápita. Por el contrario, perjudica a los colectivos mencionados.
- Dejando de lado la deslocalización, la globalización ha favorecido la especialización de los países en aquellas industrias, negocios o tareas en las que es más competitivo dados sus recursos naturales, sus estructuras salariales, sus condiciones de trabajo... Así muchas corporaciones se han fragmentado y expandido a lo largo del mundo mediante filiales entre las que reparten el proceso productivo (lo cual puede suponer mayores costes de coordinación y posibles costes de repatriación). Ahora las ventajas comparativas nacen de la capacidad de innovar, adaptar, adoptar, imitar o mejorar tecnología, lo cual supone una desventaja para España, ya que es uno de los países de la UE que menores recursos emplea en este aspecto, solo por encima de Portugal. Si bien en los últimos años se ha registrado un esfuerzo tecnológico (pasando de una inversión en I+D en proporción al PIB de 0‘55% en 1985 al 0‘9% en 1998), el aumento nos ha llevado a converger, pero a mantenernos lejos de la media. La principal explicación que podría darse es la composición empresarial del país: aproximadamente el 90% de las empresas son pymes, las cuales no suelen destinar recursos a tal efecto. Por ello, en España, sólo el 2’25‰ de las empresas realizan actividades de I+D. Para 1998 el gasto total el I+D en relación con el PIB era en España del 0’9% muy alejado del 2’74% de EEUU o del 3’06% de Japón, sin duda a la cabeza del proceso tecnológico. Pero si hacemos una comparación más realista, fijándonos en países de nuestro entorno, el resultado no es más esperanzador: Alemania 2’29%, Francia 2’18%, Reino Unido 1’83%, Italia 1’02%... Y la media europea 1’81%, es decir, exactamente el doble que en el caso español. Huelga decir que el gobierno debe tomar cartas en el asunto: si las empresas por sí solas no pueden “tirar del carro” de la innovación, el gasto público debería darle un empujón, o al menos, crear un marco favorable, como sería: la creación de centrales de investigación financiadas por varias pymes que realizasen un proceso de investigación conjunta; fomentar el incremento del tamaño de las empresas con el objeto de que disminuya la proporción de pymes y aumente el de aquellas que pueden invertir; fomentar que las pymes utilicen medios públicos mediante relaciones contractuales con las universidades y las empresas del entorno o incentivar la cooperación internacional entre pymes nacionales y extranjeras mediante acuerdos bilaterales entre países con la mediación de los gobiernos involucrados...
La UE considera que sin nuevas tecnologías no hay crecimiento. Con ellas, se ha producido una destrucción neta de empleo de baja calificación (por resultar menos eficientes o más costosos que adquirir una maquina con un soporte técnico adecuado) unido a un aumento en la demanda de trabajadores con calificaciones tecnológicas. En contra de lo esperado, se generan empleos con las nuevas tecnologías.
- Internet permite el acceso de los consumidores desde cualquier punto del globo, por lo se benefician de una accesibilidad total no limitada espacial ni temporalmente al poder comprar las 24 horas del día de forma cómoda y fácil. Esto también beneficia a las empresas que tengan la fidelidad de sus consumidores que obtendrán sus ventas independientemente de la localización de éstos. Además, para los compradores supone una disminución en el tiempo de búsqueda, pudiendo comparar precios y calidades rápidamente.
- La globalización también tiene efectos sobre el ecosistema: los cambios tecnológicos han supuesto una revolución al necesitar el empleo de determinados materiales lo cual podría llevar al agotamiento de los recursos. Por ello, la investigación de nuevos materiales cobra un papel importante. Un buen ejemplo de ello sería la fibra óptica. Consiste en una fibra o varilla de vidrio -u otro material transparente con un índice de refracción alto- que se emplea para transmitir luz (cuando la luz entra por uno de los extremos de la fibra, se transmite con muy pocas pérdidas incluso aunque la fibra esté curvada). Si echamos la vista atrás, veremos cómo los primeros estudios sobre este material fueron realizados por Holger Moller Hanses, quien en 1951 intentó patentar su idea en Dinamarca. Sabiendo que eran los primeros estudios de este tipo entendemos que no estaban incluidos en el estado de la técnica. Además, por su novedad debería cumplir el segundo requisito de patentabilidad de actividad inventiva. Por tanto, considero que la patente fue denegada al no encontrarle “aplicabilidad industrial”. Más tarde en 1954 Abraham Van Heel, Harold H. Hopkins y Narinder Kapany realizaron individualmente estudios sobre un conductor óptico y aunque no fabricaron ninguno hicieron que la fibra óptica revolucionara. Más tarde, en 1966, y bajo el amparo del Instituto Ingeniería Electrónica (IEE), Charles K. Kao demostró que las guías ópticas experimentales tenían una capacidad de información equivalente a 200 canales de televisión o más que 200.000 líneas telefónicas. Puesto que estas fibras contaban con fugas, los investigadores intentaron purificar los compuestos del vidrio. Mientras, otros (entre los que se encuentra Robert D. Maurer doctorado en físicas por el MIT) empezaron a trabajar con sílice fundida. Todo ello, obviamente, provoca cambio importantes en las necesidades de materiales. Según dijo Donald Keck en 1999, “sería necesario 2 toneladas métricas de alambre de cobre para transmitir la información que se puede con un poco más de 1 lb de fibra. En laboratorio hoy, una sola fibra puede transmitir el equivalente de 60 millones de llamadas telefónicas simultáneas”. Para concretar, la sustitución de materias primas, alimentos, metales y minerales puede perjudicar a los países especializados en la exportación de éstos.
- Por último, aunque ni muchísimo menos importante, también habría que tener en cuenta el impacto ambiental. El modelo de crecimiento económico actual no respeta prácticamente el medio ambiente. Por ello, la economía debería ponerse como objetivo realizar un crecimiento acorde con el crecimiento sostenible, es decir, aquel que utiliza los recursos naturales existentes pero sin hipotecar a las generaciones futuras.
Como podemos observar, la globalización comprende muchos y variados aspectos, muchos matices, muchas causas y efectos, por ello, el estudio que debemos realizar al respecto debe ser exhaustivo y meticuloso, para acabar pudiendo definirlo con mayor precisión y criticarlo o alabarlo con conocimiento de causa.
ANEXO: TOBIN TAX
Consiste en gravar las transacciones del mercado financiero. La propuso el profesor de la Universidad de Yale y Premio Nobel de economía James Tobin en 1972 para reducir la especulación con las divisas. Pensaba que contribuiría a que las autoridades monetarias de los países recuperaran la autonomía en los mercados financieros, como herramienta para amortiguar las fluctuaciones en los tipos de cambio dada la obsolescencia que supondrían en la actualidad unas bandas de fluctuación de los tipos de cambio. Así, los pequeños países no se encontrarían a merced de los especuladores, sino que tendrían un pequeño margen de maniobra, con el que podrían haber evitado o amortiguado crisis como las del Sudeste asiático, Rusia o México. Y ésta era su pretensión: los ingresos fiscales que esta tasa generaría los considera un "subproducto". Por ello, no se siente identificado con los movimientos antiglobalización, que considera que abusan de su nombre. No está en contra de que el dinero recaudado sea destinado a una buena causa, solo que defiende que esa no es la finalidad de "su" tasa.
En la actualidad, básicamente, la proponen personas interesadas en recaudar fondos para la ayuda del desarrollo. De este modo, gravando las actividades financieras, llevadas a cabo por personas pudientes y con un nivel básico de vida asegurado, se intentarían disminuir las diferencias entre ricos y pobres, haciendo converger a los distintos países del globo. Sin embargo, según Martin Wolf, el dinero recaudado no se utilizaría oportunamente ya que se cuestiona cómo se podría financiar de forma permanente una transferencia de los ricos a los pobres. Wolf considera imposible financiar este objetivo ya que no considera viable la organización de la recogida de dichos fondos, dada la volatilidad del mercado financiero. Además, para llevar a cabo la recaudación habría que crear una jurisdicción fiscal mundial y, aunque esto fuera técnicamente posible, parece inaplicable, ya que habría que conseguir el consentimiento de todos los gobiernos.
La postura defendida por Susan George (y la del movimiento ATTAC-Association for the Taxation of Financial Transactions for the Aid of Citizens-) es la de la aplicación de la tasa para combatir la especulación, una visión algo más cercana a lo que el Premio Nobel James Tobin propuso en su día. La tasa se fijaría en torno al 1% y sería aplicada a todas las transacciones. Como las transacciones asociadas a operaciones comerciales auténticas son el 2% más o menos, la tasa penalizaría solo a muy pocos de los que trabajan en la economía real. Sin embargo, las más afectadas serían las realizadas por los traders ya que sus operaciones son realizadas a muy corto plazo. Según la página http://tobintaxcall.free.fr, con sólo un 0.05% “la tasa procuraría más de 100.000 millones de dólares al año, que podrían ser empleados para estabilizar la moneda, para desarrollar la economía, para financiar la ayuda humanitaria, para paliar otras crisis nacionales o internacionales”
Y por último, mi visión personal. Creo varias cosas: creo que la tasa según la idea de su autor no frenaría en demasía las transacciones financieras, ya que los traders verían afectados sus beneficios en un porcentaje muy pequeño por lo que, a mi parecer, no desincentivaría las inversiones; creo que recaudar la tasa sería una ardua tarea (aunque hay gente que lo considera muy sencillo); creo que sería muy complicado alcanzar un consenso mundial en el que todos los países se sumasen a la causa, ya que habría como siempre países que se posicionasen como paraísos fiscales; creo que aún más espinosa es la cuestión de la utilización del capital recogido: tenemos organizaciones como el FMI y el BM que llevan décadas dedicándose a estos aspectos y no siempre se ven con buenos ojos (el mismo James Tobin las defiende argumentando que es la falta de recursos lo que hace que sus medidas no sean las más adecuadas) ¿habría que dejar que éstas intentasen lavar su nombre o crear una nueva institución?; por otro lado, como cualquier otro impuesto, se presta al fraude... y para eso hay países más propensos que otros... Además, podemos asegurar que esta medida tendría los beneficios fiscales y sociales esperados?? no se inventarán esos traders nuevas formas de invertir que esquiven la tasa??
Bibliografía:
Grandes áreas de la economía mundial, Enrique Palazuelos y María Jesús Vara
La globalización liberal, de Martin Wolf y Susan George
http://www.inisoc.org/dourson.htm
http://www.eumed.net/cursecon/textos/tobin-antiglob.htm
http://es.wikipedia.org
http://www.portalgsm.com/
5 Comentarios:
Veo que has empezado ya y fuerte. Animo
apm
Cuando hablo de reducir guerras (algo que no creo que ocurra) me refiero a que en un momento como el actual en el que la mitad de las guerras son por motivos económicos y la otra mitad religiosas, con el aumento de la comunicación y el aproximamiento de los pueblos podrían reducirse estas últimas ya que como parto del postulado de que existe un único Dios, aunque cada religión lo denomine y lo loe a su manera, si las personas fuesen conscientes de que adoran a un mismo ente sobrenatural podrían dejar de matarse entre ellos. Aunque claro, ahí tenemos las guerras civiles para llevarme la contraria. Si por algún casual, este tipo de guerras disminuyera, estoy segura de que las de contenido económico ocuparán su lugar. Quizá sea utópico pensar que pueden disminuir las guerras, pero estamos hablando de un proceso que trastoca todo lo establecido hasta ahora (los procesos productivos, las legislaciones, los modos de pensar...) y si hay respuestas en el ámbito económico también lo habrá en lo social. Sabemos que hasta ahora la gente ha ido reaccionando ante las injusticias, desde hace dos décadas han empezado a aflorar las ONG's, los movimientos sociales...quiero decir que existen dos grandes colectivos que se contraponen: unos buscan el beneficio a toda costa, arrasando todo a su paso; otros intentan arreglar lo que los primeros estropean o lo que desde hace mucho tiempo estaba estropeado. Llegar al punto en el que la gente solidaria pueda arreglar todo lo que estropean los capitalistas sin escrúpulos parece cada vez más difícil, así que habrá que concienciarlos o crear leyes que limiten sus actuaciones o les obliguen a asumir sus responsabilidades, en una especie de internalización de las externalidades en un sentido amplio. Si los empresarios quieren obtener beneficios a través de cualquier tipo de explotación (medio ambiental, laboral...) deberían devolver a esa gente o a esas tierras una parte más allá del salario o la renta, una especie de indemnización como forma de subsanar el abuso. Este punto creo que está todavía más allá de lo utópico, pero sin duda resulta mucho más justo que el modelo instaurado hasta ahora. Parte de culpa (si puede llamarse así) la tendrían los gobernantes de los países menos desarrollados que al intentar asegurar a sus conciudadanos algunos puestos de trabajo, están dispuestos a ser más laxos en las condiciones que éstos reciban. Esto lleva a gente medio explotada en trabajos con condiciones ínfimas pero que en ocasiones es el único medio que tienen para sobrevivir... ¿Explotado y vivo o libre y muerto? Habrá gente que coincida con la Pasionaria (más vale morir de pie que vivir de rodillas), otros que no... Esto nos llevaría a otro millar de discusiones. Ya iremos avanzando en ellas...
Este comentario sí que es progresista y políticamente correcto, auténtico "wishfull thinking". Tu división de las guerras me parece cuanto menos algo simplista, motivaciones económicas o de religión. No explica la mayor confrontación bélica la 2ªGuerra mundial, en la que en mi dos cosmovisiones contapuestas. Por otra parte la "más vale morir de pie, que vivir de rodillas" es del Che Guevara y no de la Pasionaria, que en cualquier caso prefirió vivir de rodillas, eso sí confortablemente bajo el "manto protector estalinista". Partir de la premisa de la existencia de Dios no deja de ser un acto de puro voluntarismo o fe. Recuerdo un disco de los Dead Kennedys titulado in "Go(l)d we trust" cuya carátula vale más que mil imágenes...
Que se puede decir del hinduismo y sus castas, ¿son éstas admisibles?.
Realmente crees que la confrontación actual en Irak (uno de los pocos países laicos, dentro del mundo árabe) o en Afganistán se debe a motivos religiosos o económicos...
..mi opinión se enfrentaron dos...
... la frase"...
Perdón por las incorrecciones.
:O este me ayuda muxooo pa loo qe tengoo qee aser mushas graxiaz !!
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